martes, 14 de junio de 2011

Vino, precios e inflación

En los primeros cuatro meses de este complejo 2011 -de dura disputa entre los índices de

Moreno y los de las consultoras- el vino mostró en el país un 2% de mejora en los volúmenes

comercializados.

Trajinando mercados mundiales anda la vitivinicultura cuyana -en la aspiradora China, en los dinámicos Canadá y Estados Unidos y en el frío del norte europeo- mientras en el mercado interno el consumidor del pago muestra su sensibilidad a la conducta de precios respondiendo en consecuencia. O sea, los empresarios, las cámaras asociadoras y algunos funcionarios van de avión en avión alentando nuestras ventas externas. Hay delegaciones comerciales en Shangai, en Beijín, en California, en Montreal, Londres y Roterdam.

Mientras, en las góndolas y mostradores del país el consumo del vino medio ha conseguido sostenerse en las tensiones inflacionarias, a pesar de la baja en las ventas del rubro Bebidas en general. Es más, en los primeros cuatro meses de este complejo 2011 -de dura disputa entre los índices de Moreno y los de las consultoras- el vino mostró en el país un 2 % de mejora en los volúmenes comercializados, pese a que casi todos los competidores del rubro Bebidas en General y Alcohólicas en particular muestran una clarísima caída. La razón -según miden los conocedores del oficio- es porque la gente se ve constreñida a ceñirse en las compras al rubro Alimentos y los precios de la franja “media” del vino cotidiano se mantuvieron más o menos estables o apenas si se retocaron. Al menos frente a claros aumentos inflacionarios de sus competidores en la mesa y el esparcimiento. De hecho, el año pasado el vino-medio aumentó sus precios un 38 % (incluso un 55 % en el tetra) y sus ventas lo sintieron. En lo que va de este año, en cambio, los retoques han sido clementes -al menos respecto de los de sus competidores- moviéndose incluso por debajo de la inflación: Las ventas se sostuvieron y hasta mejoraron ese 2 % en el primer cuatrimestre. ¿Mejora el granel?

Los medios dan cuenta de un impensado repunte de las exportaciones a granel (¿circunstancial y momentáneo?) en particular tintos a Estados Unidos y Canadá. Después del golpe que significó la pérdida de los compradores rusos, los exportadores no descorchan champaña por ahora: Saben que esto se debe fundamentalmente al hecho de que Chile y otros de nuestros competidores han subido un escalón en los precios en dólares y eso le otorga al país un handicap aprovechable por el momento. “Es un negocio muy finito” se escudan los nuestros y por ahora al menos no hay indicios de que esas mejores ventas repercutan en los precios del mercado local de vinos a granel. Los rumores de ventas excepcionales en un tipo de vino blanco -el histórico Moscato- también a Estados Unidos -una moda efímera, advierten- no parece haber movido la aguja de los blancos en el traslado. Por lo pronto los blancos se siguen moviendo poco y en una franja que no pasa de 1,10 y 1,20 pesos. Y para unas pocas operaciones de exportación, aquí se pagó hace unas semanas 1,40 por blancos de Moscatel Alejandría y Torrontés de elaboración especial. Los escurridos comunes transitan sin variantes en el escalón de 1.05 y 1.10 pesos. Y en tintos, la media se sigue moviéndose en la franja de los 2,20 y 2,40 y los varietales, entre 5 y 8 pesos.

Fuente: Diario de Cuyo (San Juan)

Venta de carne y leche pisan el freno

Lo notan los supermercados y los autoservicios. Pero a partir de la segunda quincena del mes las ventas de alimentos esenciales como la carne y la leche pisan el freno.

Algunos lo atribuyen a que los precios se dispararon y el bolsillo del consumidor se vacía rápido. Un consultor lo puso en estos términos: “La inflación mordió el salario”.

Las compras de carne han retrocedido hasta tal punto que los argentinos consumimos actualmente 51,6 kilos por habitante y por año . Un dato: en los críticos 2001 y 2002 el consumo de carne roja era de 64 kilos. Y si bien es cierto que hay sustitución con otras carnes, como la de pollo, la ingesta total de proteína animal bajó.

El ex ministro de Producción Raúl Rivara señala un círculo perverso: “Los errores en política se pagan muy caro. Y pese a que la hacienda hoy vale, hay muy poca expectativa en este negocio. Volver a una oferta de ganado de 60 millones de cabezas, el stock de 2007, nos va a llevar varios años”, dijo.

Las usinas lácteas deslizan que los aumentos que habían aplicado en marzo no pudieron ser convalidados por los compradores . La Serenísima prevé este año un crecimiento en volumen de 3%, cuando fue de 3,7% en 2010.

Las pequeñas empresas queseras cuentan que tuvieron que rebajar sus valores y en el caso del cuartirolo, el producto más emblemático de la categoría, les sale más caro la elaboración, que requiere casi 8 litros de leche por kilo; que el precio que cobran en torno a $ 19 a 22 el kilo en la góndola.

La buena noticia es que hay un aumento de 10% en la producción de leche , con lo que se alcanzaría el récord histórico de 11.000 millones de litros.

Argentina tiene un consumo de lácteos por habitante, que la ubica casi al nivel de los países desarrollados y en la cresta en América latina junto a Uruguay, Pero actualmente se registra una leve baja a los 200 litros per cápita. El Centro de la Industria Láctea llamó mañana a sus asociados a lo que es una reunión de emergencia.

Para Guillermo Olivetto, presidente de la consultora W, existe una alta sensibilidad a los precios . El consumo que creció al 5% en la primera parte de 2010 lo está haciendo a 2% en este 2011 .

Olivetto enfatiza que las ventas récord de autos, motos y electrodomésticos del año pasado aún se están pagando, con lo que queda poco aire. En su opinión, esa situación puede cambiar cuando se cobre el aguinaldo o lleguen los ajustes salariales. Claro que en términos de consumo, 2011 no es para ilusionarse. Será mucho más moderado que 2010.

Fuente: clarin.com