Pese a las promesas oficiales, los aumentos de precios en la carne vacuna derivaron en que los alimentos sustitutos o alternativos también registren fuertes alzas.
Y el cerdo no escapó a las generales de la ley, salvo en los ocho cortes populares que el gobierno acordó con la Asociación Argentina de Productores Porcinos.
Entre los pescados, el calamar dio la nota al figurar entre los alimentos que más se encarecieron. Trepó un 13,4% en el último mes, sólo superado por la tapa de asado, que se estiró 18%.
La merluza, ya con la Semana Santa a la vista, viene creciendo: desde diciembre hasta fines de febrero subió un 40%.
Si bien en las principales cadenas comercia les los cortes de cerdo protegidos mantuvieron su valor, fundamentalmente gracias a la rotación, en promedio, la carne porcina se encareció un 27,9% en febrero, con picos del 55% en el caso de la chuleta de paleta y del 51,8% del peceto.
El pollo fresco tampoco fue una solución. En los últimos seis meses acumuló una suba del 50%, un 10% sólo de diciembre a febrero. No obstante, se cree que el consumo de esa carne blanca mejorará un 8% este año, por la huida de los consumidores de las carnes rojas.
El sector de los pescados atraviesa un momento de contradicciones. La demanda de los principales mercados a los que el país destina su producción están estancados, lo que deprime los precios. Por eso, Argentina exportó en enero un 10% más que el año pasado, pero recibió U$S 400.000 menos.
Sin embargo, la baja de valores está lejos de reflejarse en las góndolas.
FUENTE: La Razón.
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