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miércoles, 14 de abril de 2010
Virulana cambió de manos
lunes, 5 de abril de 2010
El consumo crecerá más entre los pobre
Luego de un muy pálido 2009, la economía logrará este año un importante repunte del consumo privado, con un promedio del 4% y un alza del 22% en el sector social más pobre, que podría ser del doble si no fuera por el efecto de la inflación. Así lo detalló un estudio de la consultora Analytica, que adjudica el fuerte aumento del consumo a dos factores: la recuperación económica en general, tras la recesión en 2009, y, en particular, al plan de asignación por hijo lanzado por el Gobierno hace cinco meses. Este programa, creado como un paliativo ante los crecientes problemas sociales no reconocidos por el Gobierno, ya está reflejando un aumento del consumo, aunque con el límite propio que impone la inflación. La consultora, dirigida por el economista Ricardo Delgado, detalló que en 2009 la economía se contrajo el 2,5 por ciento interanual, en contraposición con el poco creíble dato de crecimiento del 0,9% difundido recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En ese contexto recesivo, según este informe, “el consumo medio mensual por habitante se contrajo el 3% anual en términos reales”, es decir, descontando el efecto negativo de la inflación sobre el poder adquisitivo. En cambio, en términos nominales, subió levemente, de $ 1246 mensuales, en 2008, a $ 1377, en 2009. Los dos extremos sociales fueron los más afectados por esta caída en el nivel de actividad, en un porcentaje casi similar: el 10% de menores ingresos redujo su nivel de consumo real un 4,1%, mientras que el 10% más rico lo hizo en un 4,5 por ciento. Ningún tramo de ingresos creció durante 2009, según Analytica. Esto se debió a la dinámica generalizada de suba de precios que el Gobierno no quiere denominar “inflación”, como si ese silencio moderara el problema. Las alzas más significativas se registraron en alimentos y bebidas (con gran repercusión en los segmentos más bajos) y, del otro lado de la pirámide social, en salud y educación. El primer rubro acusó una suba del 18% en 2009 y podría subir el 28% este año; educación mostraría subas similares en 2009 y este año: 27,1%; en atención médica y gastos para la salud, 16,5% y 20%, respectivamente. La indumentaria registraría un aumento cercano al doble del año pasado: 9,5% (2009) frente al 17,9% (2010), cercano a las diferencias en vivienda: 9,2% y 17%, respectivamente. El nivel general de suba de precios, según Analytica, fue del 15,1% en 2009 y sería del 20,9% este año, por lo que “la inflación le pone un techo al impacto distributivo de la asignación universal”. De hecho, otros centros de estudios, como SEL, FIEL y el Observatorio de la Deuda Social de la UCA estimaron que en el año este recorte del beneficio otorgado por el Gobierno oscilará entre el 20 y el 30 por ciento. Al respecto, Artemio López, titular de la consultora Equis, consideró que el aumento en alimentos y bebidas fue del 14% desde enero y que podría rondar el 35% este año. López ponderó el alza sobre el consumo generado por el plan de asignación sobre 3,5 millones de personas y por los “nuevos jubilados” ?que lograron cobrar un haber sin hacer los aportes correspondientes? que suman otros 2,5 millones de personas. En total, ambas iniciativas significan volcar $ 3800 millones al consumo; de todos modos, advirtió López, de los $ 180 que otorgó el Gobierno por asistencia social, unos $ 54 se perderían por efecto de la suba de precios en los rubros de consumo masivo. Escalón por escalón Según el informe de Analytica, el consumo real se incrementaría 22% anual, para el decil 1; 11%, para el decil 2; 8%, para el 3, y 5%, para el decil 4. En el 5, subiría un 4%; 4,5%, en el 6; 4%, en el 7; 3,1%, en el 8; 2,8%, en el 9, y 2,4%, en el 10, el más alto. El promedio general sería, pues, del 4%. En términos de aumentos de precios, el decil más bajo sufriría un aumento del 23% y el más alto, del 20%, lo que acentúa el carácter regresivo de la inflación. Por lo tanto, si se tomara en cuenta el aumento nominal, el consumo mensual nominal por habitante del decil más bajo, “en un escenario de máxima efectividad de la asignación universal, podría crecer hasta un 50 por ciento”. “La puesta en marcha de la asignación universal por hijo no sólo frenaría, sino que revertiría la tendencia observada en el consumo de los sectores de menores ingresos de la sociedad”, indicó Delgado. De inmediato, aclaró que, frente a las expectativas más optimistas de fines del 2009, la inflación registrada en los últimos tres meses “pone un techo al impacto distributivo de la asignación universal”. Al aumento generado por una mayor demanda a partir del alza del consumo, se suma la inercia inflacionaria previa por las expectativas (falta de credibilidad en las estadísticas oficiales), la creciente debilidad de la política fiscal y la carencia de nuevas inversiones. Por lo tanto, concluyó Delgado, aunque el plan de asignación provocará un impacto social positivo, “las perspectivas son algo más complejas hacia adelante” si el Gobierno no encuentra una forma inteligente de combatir la inflación. Dadas las últimas declaraciones de los ministros en torno a esta cuestión, la solución oficial parece consistir en minimizar el problema más que en buscar una solución. FUENTE: lanacion.com |
miércoles, 31 de marzo de 2010
Prevén subas del 6,62% en bienes de consumo básico
Las asociaciones de consumidores estimaron que, durante marzo, los productos de una canasta básica de las marcas más baratas sufrieron incrementos de hasta un 6,62%. | |||
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jueves, 25 de marzo de 2010
Por la inflación hay una “fuga hacia el consumo”
Se trata del efecto que, el economista Juan Llach llama “fuga hacia el consumo”, tal vez el único impacto positivo de la inflación sobre la economía. Según el analista, “frente a rendimientos financieros muy bajos, con un tipo de cambio que no varía y luego de un período en el que la gente redujo stocks de bienes de consumo, se da este fenómeno. Que además está alimentado por los aumentos salariales en puerta y la masificación de los planes de ayuda social como la asignación universal por hijo”.”Hoy todo el mundo, con o sin deuda, se posiciona en un escenario de inflación muy alta”, apunta el economista Oscar Liberman, de la Fundación Mercado. Según la encuesta que hace periódicamente la institución, un 66% de la gente espera que los precios sigan subiendo frente a un 32% que cree que se van a mantener en los niveles actuales. “Entonces, los sectores medios aprovechan los pagos en cuotas. Y los de ingresos más altos, desaceleran el buen pulso de ahorro que tenían y optan por concretar algunas adquisiciones antes de lo planeado”, señala.
Las ventas de autos 0Km también están dando una señal en este sentido: durante el primer bimestre del 2009 se vendieron 99.428 unidades, un 48,9% más que en el mismo periodo del 2009. Y para 2010, se estima una suba del 12% en volumen, superando las 550.000 unidades. En el Banco Ciudad, las consultas por créditos “se triplicaron” comentó un vocero de la entidad. Respecto del crédito hipotecario a 20 años -aún con una tasa del 18% anual- señaló la fuente: “La gente se está animando porque poner la plata en ladrillos es una forma de resguardarse de la inflación”, dijo.
Las visibles promociones de electrodomésticos en 50 cuotas o más, especialmente en LCD y notebooks, abonan también la tendencia. “Está apareciendo el crédito y eso hace que enseguida repunten las ventas”, advirtió Abel Burgos, gerente general de Mabe, la empresa mexicana de electrodomésticos que acaba de confirmar nuevas inversiones en la Argentina.
Con todo, este “traspaso” del consumo hacia los bienes durables está afectando el negocio de otros sectores. Desde una embotelladora líder del mercado, comentaron -a partir de una baja en sus ventas de gaseosas y aguas saborizadas- que, “hoy los consumidores están priorizando los gastos en artículos de más valor y, a cambio, achican sus gastos en otras categorías de consumo masivo”. Los durables son los “ganadores” de esta fuga hacia el consumo, en detrimento de los alimentos y bebidas.
FUENTE: clarín.com
jueves, 18 de marzo de 2010
Cayó el consumo en enero
El aumento de los precios de la carne que se comenzó a registrar en diciembre pasado provocó una caída del 19,3% en el consumo interno en enero en relación con el mismo mes de 2009. | |||
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jueves, 11 de marzo de 2010
Préstamos a pymes
El Banco de la Nación Argentina (BNA) inauguró su tercer Centro PyME dentro de la sucursal que la entidad posee en Quilmes, provincia de Buenos Aires. El banco oficial además precisó que lleva otorgados 28.377 préstamos de inversión a las pequeñas y medianas empresas por 4735 millones de pesos, correspondientes a su línea de financiamiento para pymes. FUNTE: lanacion.com |
miércoles, 3 de marzo de 2010
Los sustitutos también suben de precio
Y el cerdo no escapó a las generales de la ley, salvo en los ocho cortes populares que el gobierno acordó con la Asociación Argentina de Productores Porcinos.
Entre los pescados, el calamar dio la nota al figurar entre los alimentos que más se encarecieron. Trepó un 13,4% en el último mes, sólo superado por la tapa de asado, que se estiró 18%.
La merluza, ya con la Semana Santa a la vista, viene creciendo: desde diciembre hasta fines de febrero subió un 40%.
Si bien en las principales cadenas comercia les los cortes de cerdo protegidos mantuvieron su valor, fundamentalmente gracias a la rotación, en promedio, la carne porcina se encareció un 27,9% en febrero, con picos del 55% en el caso de la chuleta de paleta y del 51,8% del peceto.
El pollo fresco tampoco fue una solución. En los últimos seis meses acumuló una suba del 50%, un 10% sólo de diciembre a febrero. No obstante, se cree que el consumo de esa carne blanca mejorará un 8% este año, por la huida de los consumidores de las carnes rojas.
El sector de los pescados atraviesa un momento de contradicciones. La demanda de los principales mercados a los que el país destina su producción están estancados, lo que deprime los precios. Por eso, Argentina exportó en enero un 10% más que el año pasado, pero recibió U$S 400.000 menos.
Sin embargo, la baja de valores está lejos de reflejarse en las góndolas.
FUENTE: La Razón.