viernes, 12 de junio de 2009

Ecología para ir al súper

La prédica por el cuidado del medio ambiente se ha puesto tan de moda que a veces puede generar confusión. Es el caso de, por ejemplo, la diferencia que hay entre un producto “ecológico” y otro “reciclable”. O de la falta de regulaciones para saber si se encuentra en uno de estos dos casos o en ninguno.

En los supermercados a menudo pasa que la demanda crece impulsada por la prohibición que está habiendo en algunos distritos de seguir usando bolsas de polietileno. En otros distritos no hay prohibición, pero sí campañas para desincentivar su uso. Y finalmente también hay cadenas que se suben a la ola antes de esperar a que ésta llegue. La ciudad de Buenos Aires todavía no está considerando ninguna normativa al respecto, pero la provincia tiene una regulación que comenzará a regir en octubre próximo, y en otros distritos las bolsas tradicionales ya están prohibidas.

En Argentina tenemos el ejemplo de la empresa familiar Ecosistemas. Ésta surgió hace un año, cuando en una visita a una feria en Europa, Gabriel Vázquez -socio gerente- tomó conocimiento del boom de las llamadas bolsas económicas. Comenzaron haciendo las bolsas y se ampliaron a contenedores, papeleras y separadores de residuos, así como otros productos para el cuidado del medioambiente.

Se estima que una persona utiliz no menos de 1200 bolsitas tradicionales por año; en cambio, una ecobolsa puede ser usada 600 veces. Las llaman “ecobolsas” porque en su producción no se consume agua ni se emanan gases tóxicos, y requiere muy poca energía eléctrica comparada por ejemplo con el algodón. El reciclaje pasa por seguir usándolas después de la primera vez, y aquí está la fortaleza del concepto: en la cantidad de bolsas “camiseta” (de polietileno o similar) que pueden ser reemplazadas por una ecológica.

José Rocuzzo, Presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario, afirmó que en Santa Fe tienen varios municipios donde están vigentes ordenanzas que prohíben el uso de las bolsas tipo “camiseta”, y varios donde están en período de prueba o –como en Rosario- de estudio de una normativa, mientras se instrumenta una campaña de concientización.

“Los supermercadistas tenemos las dos alternativas: la bolsa “tradicional” y la reutilizable, que no podemos darla gratis porque es más cara, pero la comercializamos sin obtener ganancias. En Rosario, para colaborar con la campaña, difundimos sus ventajas y regalamos un cupón junto con la bolsa, para participar de un sorteo”, declaró Rocuzzo.

También informó que “existen bolsas biodegradables, pero en la Argentina no hay un método de contralor que establezca qué parámetros tiene que cumplir para que haya certeza de que realmente lo sean. Algunos supermercados las compran, pero es una opción más cara, como también lo son las de papel”.

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Fuente: IEco)

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